Quedarse en casa para evitar enfermarse por COVID-19 ha implicado muchos cambios. Por ejemplo, pasar del ámbito escolar a las clases en línea. Esto, de acuerdo con los recursos de cada escuela y de la disposición y habilidades de profesores y estudiantes.
Un camino distinto para el aprendizaje
Conversamos con Germán Pérez Estrada, docente en las maestrías en Innovación Educativa y en Intervención Educativa de la Universidad Intercontinental. El tema fue este proceso que demanda una forma diferente de organizar, comunicar, enseñar y evaluar. El maestro Pérez Estrada nos comenta:
“Para los profesores, las clases en línea han implicado trazar un camino distinto para el aprendizaje. Es decir, emplear la tecnología efectiva y eficazmente, seleccionar o diseñar material y planear actividades útiles y funcionales. A los estudiantes, han exigido estructura y disciplina para organizar su tiempo y evitar distraerse al no estar frente al profesor”.
Oportunidad, frente a los desafíos
Hoy, los estudios a distancia abren la posibilidad de poner en práctica las habilidades intra e interpersonales del siglo XXI. Me refiero a conciencia plena de sí mismo, inteligencia emocional y social, perseverancia, resiliencia y determinación ante los desafíos complejos. Pero además creatividad, curiosidad y habilidades para el trabajo, como entender y resolver problemas, colaborar y trabajar en equipo.”
Consejos para adaptar tus clases en línea
El maestro Pérez Estrada comparte diez recomendaciones prácticas para adaptar las clases en línea y lograr calidad en el aprendizaje:
- Recordar que la función educativa es facilitar e impulsar los aprendizajes en sentido amplio. No debe quedarse en la transmisión de contenidos de manera conceptual y enciclopédica.
- Crear un ambiente emocional favorecedor que disponga al aprendizaje y participación de los estudiantes. Las sesiones deben comenzar con preguntas para que los jóvenes expresen cómo se sienten y cómo viven este proceso. También es útil preguntar qué sugieren para la nueva modalidad de trabajo.
- Seleccionar lo esencial que deben aprender los estudiantes.
- Organizar una secuencia de actividades útil, de interés práctico y aplicable a la vida personal y profesional de los estudiantes.
- Compartir videos, lecturas y materiales acordes con el tema, para detonar la participación ágil y activa.
- Orientar la selección de información en internet de fuentes serias y confiables.
- Fomentar la discusión grupal y la colaboración para el aprendizaje común.
- Proponer retos desafiantes pero alcanzables. “Cierta vez, propuse tres actividades secuenciales: un cuadro comparativo, crear una historieta empleando un software libre y una conclusión argumentada.”
- Propiciar la autoevaluación de los estudiantes de los textos encargados en clase, Antes, el profesor debe diseñar una lista de cotejo sobre la forma y contenido que debe contener el producto.
- Resolver sus dudas específicas mediante correo electrónico. Así, los jóvenes practican la redacción formal mediante esta vía y mejoran su imagen profesional.
Todos estamos aprendiendo
En este contexto de clases a distancia, el acompañamiento, guía y retroalimentación con los estudiantes es esencial. Favorece que den sentido y significado a lo aprendido, se apropien y responsabilicen de su proceso de aprendizaje.
“Todos estamos aprendiendo, pero estamos igual de comprometidos en este trabajo. Porque tenemos una responsabilidad compartida y un propósito común. Lo estamos disfrutando y también estamos sacando el mejor partido a las condiciones actuales”, finalizó.
Para saber más
Maestría en Innovación Educativa, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.4uic.mx/posgrados/maestria-innovacion-educativa/
Maestría en Intervención Educativa, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.4uic.mx/posgrados/maestria-intervencion-educativa/
Doctorado en Educación, Universidad Intercontinental. Disponible en https://www.4uic.mx/posgrados/doctorado-en-educacion/